
En el departamento del Huila se agrava la situación de seguridad de los maestros. De acuerdo con la Asociación de Educadores del Huila (ADIH), más de 25 docentes se han visto obligados a abandonar sus lugares de trabajo durante este año a causa de amenazas y presiones de grupos armados ilegales.
La organización sindical alertó que, pese a las denuncias, las respuestas institucionales siguen siendo limitadas. Actualmente, los casos están en revisión por parte de la Unidad Nacional de Protección (UNP), entidad que evalúa el nivel de riesgo para determinar la aplicación de medidas de seguridad, conforme al Decreto 1782 de 2013.
No obstante, la ADIH advierte que uno de los mayores problemas es que muchas de las intimidaciones no son reconocidas por la UNP como derivadas del ejercicio docente, lo que retrasa o impide la activación de las rutas de protección. En algunos casos, los educadores han sido víctimas de exigencias extorsivas; ante la negativa de pagar, deben desplazarse para resguardar su vida.
El directivo sindical Jefferson Pachón señaló que “entre 20 y 25 maestros han tenido que activar las rutas de protección en lo corrido del año. Dos de ellos, en el occidente del departamento, eran además líderes sindicales y fueron obligados a desplazarse por amenazas atribuidas a disidencias armadas”. La ADIH rechazó enfáticamente estas acciones y exigió garantías para el ejercicio docente.
A pesar de los mecanismos disponibles, persiste el miedo entre los educadores a presentar denuncias. Muchos temen que la evaluación de riesgo sea negativa y se les ordene regresar a sus comunidades, donde las condiciones de seguridad siguen siendo precarias.