La historia de Claudia Marcela Soto Cortés refleja el drama que viven varias familias colombianas cuyos hijos fueron reclutados bajo falsas promesas para unirse al conflicto armado en Ucrania. Su hijo, Cristian Orlando Roa Soto, viajó en junio de este año con la esperanza de encontrar mejores oportunidades económicas, pero al llegar se enfrentó a una realidad completamente distinta.

De acuerdo con su madre, el joven —junto a otros 43 colombianos— fue despojado de su pasaporte y documentación al llegar al comando donde fueron concentrados. “A ellos les ofrecieron ganancias económicas por ir a pelear, pero cuando llegaron allá se dieron cuenta de que todo era una mentira. Están retenidos y no los dejan regresar”, relató.
Cristian habría solicitado su baja hace tres semanas, sin embargo, ni él ni los demás connacionales han recibido autorización para salir del lugar. Claudia Marcela aseguró que hace pocos días los hombres fueron reunidos, les devolvieron sus documentos y les indicaron que podían irse, pero al intentar desplazarse hacia Kiev, fueron interceptados por autoridades locales y posteriormente subidos a un bus del que se desconoce su destino.
La madre del joven, visiblemente angustiada, pidió al Gobierno Nacional y a la Cancillería intervenir de manera urgente para lograr el retorno seguro de su hijo y los demás colombianos. “No sabemos dónde están ni en qué condiciones. Solo pedimos que nos ayuden a traerlos con vida”, manifestó.
La Cancillería aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre este caso, que se suma a las denuncias de reclutamiento irregular de ciudadanos latinoamericanos en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania.