
Más de 200 campesinos, indígenas y afrodescendientes de varias regiones del país, entre ellas Huila, Guaviare, Arauca, Caquetá, Tolima y la Amazonía, instalaron un campamento desde la madrugada del 12 de mayo en la Plaza de Bolívar de Bogotá. La movilización busca exigir al Gobierno Nacional garantías de seguridad en sus territorios, afectados por el conflicto armado y la presencia de grupos ilegales.
La delegación del Huila, representada en parte por James Chamorro, vicepresidente de la Asociación Campesina del Occidente del Huila, destacó la difícil situación que enfrentan en sus territorios debido a la violencia y el desplazamiento forzado. Chamorro afirmó que “la paz no se consigue llegando con más violencia a los territorios” y pidió al Estado garantizar la seguridad y la permanencia de las comunidades rurales.
Los manifestantes enfrentan condiciones complicadas en la plaza, como la falta de baños públicos y la prohibición de instalar estructuras permanentes sin autorización. A pesar de ello, anunciaron que permanecerán en el lugar hasta recibir una respuesta concreta del Gobierno Nacional. Se espera la llegada de nuevas delegaciones, especialmente del Tolima y la Amazonía, para aumentar la presión sobre las autoridades.
Entre las principales demandas están la protección integral de los líderes sociales, la implementación de una reforma agraria y una mayor presencia estatal que garantice la seguridad y mejores condiciones de vida en las zonas rurales. La Alcaldía de Bogotá ha solicitado al Gobierno Nacional atender la situación y garantizar condiciones dignas para los manifestantes mientras se mantiene el diálogo con los líderes campesinos.