Hace cinco años, dos hermanos de la ciudad de Neiva, Huila, Mauricio Hernando Vargas y Carlos Arturo Vargas, decidieron aprender a preparar mistela, una bebida alcohólica dulce. Todo nació del recuerdo que tenían de niños, cuando veían a su abuelo y a su padre disfrutar de una copa de mistela durante el día de San Juan. Con ese recuerdo latente, decidieron investigar en internet el proceso de elaboración, con el objetivo de aprender a prepararla y, principalmente, recuperar la tradición familiar.

Mauricio Vargas comenta que su familia es muy “regionalista con la cultura huilense”, y por eso eligieron elaborar mistela en lugar de otros productos. El proceso de preparación en el hogar de los hermanos Vargas es totalmente artesanal: se realiza una fermentación durante un mes con aguardiente y diferentes hierbas aromáticas. Luego de ese tiempo, se añaden otros ingredientes para finalizar el proceso, como “una mezcla dulce de azúcar”.

La mistela se ha convertido en una fuente de ingresos extra para la familia. Aunque no viven completamente de este negocio, lo mantienen porque disfrutan ser una familia “muy independiente”. En el proceso de venta participan los hijos de Mauricio Vargas; a través de sus redes sociales y de amigos cercanos, Camila Vargas y su hermano promocionan el producto. De esta manera, la tradición de tomar una copa de mistela el día de San Juan no solo se ha recuperado en el hogar de Mauricio y Carlos Vargas, sino que ha crecido y se ha convertido en un emprendimiento familiar.