La violencia contra líderes sociales en el Huila mantiene en alerta a las autoridades y comunidades rurales del departamento. Según información del secretario de Gobierno, Juan Carlos Casallas, durante los primeros meses de 2025 se han registrado cuatro asesinatos de líderes y lideresas sociales, en municipios como Tello, Baraya, La Plata y algunas veredas limítrofes con Cauca y Caquetá.
El más reciente de estos casos ocurrió el pasado fin de semana en la zona rural de Campoalegre, donde un líder social fue asesinado, aumentando la preocupación por la seguridad de quienes ejercen funciones comunitarias, ambientales, sociales o políticas en la región.
Además de los homicidios, las autoridades reportan un incremento en las amenazas: la Policía Nacional ha recibido 29 denuncias de líderes sociales por intimidaciones en lo que va del año, mientras que la Defensoría del Pueblo documentó 41 amenazas entre 2024 y 2025 en 18 de los 37 municipios del Huila, lo que evidencia que casi la mitad del departamento presenta riesgos directos para quienes lideran procesos comunitarios.
A esta situación se suma un hecho que podría indicar una escalada en la violencia armada: recientemente se registró el primer caso de vehículos incinerados en 2025, atribuido a grupos armados organizados residuales. Este tipo de acciones aumenta la preocupación sobre la seguridad en las vías, la economía local y la protección de las comunidades rurales.
Las autoridades han solicitado a la Unidad Nacional de Protección (UNP) y a la Policía Nacional reforzar las medidas de seguridad para garantizar la integridad de los líderes amenazados. Sin embargo, líderes sociales y organizaciones comunitarias insisten en que la protección sigue siendo insuficiente y demandan mayor presencia integral del Estado, inversiones sociales y estrategias de seguridad que respondan a las dinámicas reales de cada zona.
Los asesinatos y amenazas no solo representan pérdidas individuales, sino que también generan miedo, silenciamiento y debilitamiento de los procesos organizativos, afectando la cohesión social y el desarrollo de los territorios donde estos líderes cumplen roles fundamentales para la defensa de derechos y la construcción de paz.
