Los Puntos de Abastecimiento Solidario (PAS), presentados por el Gobierno Petro como una estrategia contra el hambre, aún no despegan en el Huila. Aunque se anunciaron 150 proyectos en todo el país con una inversión de $520 mil millones, en los municipios de Neiva, por ser la capital, y Algeciras, por ser el único municipio de la región PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial), los únicos beneficiados en el departamento, no se ha puesto un solo ladrillo.

En octubre de 2024, Gustavo Bolívar, entonces director del Departamento para la Prosperidad Social, aseguró que antes de finalizar noviembre arrancaría la construcción y que en 10 meses estarían listos los 150 PAS. Sin embargo, nueve meses después, la ejecución física sigue en 0 %.
Incluso, mientras en febrero de 2025 Bolívar ponía la primera piedra en Soacha, aseguraba que todos los proyectos ya estaban financiados y contratados, las obras en Huila no pasaban de la fase de estudios técnicos.
Inicialmente cada PAS tendría 650 m² y un costo de $2.440 millones, pero en el Huila se ampliaron a 850 m², lo que aumentará los recursos necesarios. Aunque la financiación está asegurada, los retrasos han generado dudas.
Las críticas frente al avance de los Puntos de Abastecimiento Solidario no se han hecho esperar. El alcalde de Algeciras denunció que, aunque el convenio se firmó en enero de 2025, ya han pasado más de siete meses sin que inicie la obra, mientras que el alcalde de Neiva señaló que apenas están en el trámite de radicación de la licencia de construcción. Desde la oposición, el concejal bogotano Daniel Briceño advirtió que los terrenos destinados para los proyectos siguen vacíos, sin maquinaria ni trabajadores, y que los retrasos se encubren con cronogramas ajustados a conveniencia. A su vez, los congresistas huilenses Luz Pastrana y Julio César Triana calificaron la iniciativa como otra promesa incumplida del Gobierno Nacional, cuestionando la improvisación, los sobrecostos y retrasos que ya rondan el 40 % frente al cronograma inicial.
Los PAS no solo serían plazas de mercado, sino también espacios con bodegas, cocinas comunitarias, comedores, zonas de distribución de bienestarina y áreas multipropósito. Una idea ambiciosa que, hasta ahora, se quedó en anuncios.